A veces nos sentimos poco productivos y eso influye en la autoestima y la calidad del trabajo. Sin embargo, no siempre es culpa nuestra: las infinitas tareas y responsabilidades a las que hacemos frente a diario opacan la agenda y dejan poco tiempo para pensar y planificar. Rutina personal, laboral, familiar… ¡no podemos llegar a todo! Entonces, ¿cómo ser más productivo? ¿Es posible? Bueno, no tenemos la clave de todos los problemas, pero sin duda podemos ofrecerte 10 reglas para ser más rápido y productivo tanto en el trabajo como en tu vida personal.
¿Qué encontrarás aquí?
¿Qué puedo hacer para sentirme productivo?
La productividad suele estar mal entendida. Pensamos que consiste en hacer muchas cosas en poco tiempo y “matarse a trabajar”, pero en realidad tiene poco que ver con eso. Se trata, simplemente, de asignar el tiempo adecuado a cada tarea para hacerla lo mejor posible.
Un ejemplo de productividad podemos verlo en un artesano que quiere ofrecer lo mejor, por un lado, y aumentar sus beneficios, por el otro. ¿Le servirá imponer un sistema mecanizado e industrializar sus labores? Seguramente, no. Su valor personal reside justamente en el tiempo y el mimo que dedica a sus productos manualmente. Tal vez deba poner el foco en su entorno de trabajo y en reducir distracciones, por ejemplo.
Igual que un artesano no puede presionarse para llevarse al límite, ¡tu tampoco debes hacerlo! Desgastarte tanto física como mentalmente sólo hará que termines rendido y sin fuerzas. Lo mejor es aprender a priorizar y repartir tu tiempo de manera sabia. ¿Quieres saber cómo puedes sentirte más productivo sin morir en el intento? ¡Sigue leyendo!
Aprende qué es el coaching personal y cómo puede contribuir a tu productividad.
Cómo ser más productivo: 10 reglas
¿Qué puedo hacer para sentirme más productivo? Esta es la pregunta que muchos de nosotros nos hacemos cuando notamos que no llegamos a todas partes. Existen 10 reglas para aumentar la productividad que debemos empezar a aplicar para mejorar los resultados. ¡Toma nota: así es cómo ser más productivo!
Madruga
¿Sabías que nuestro cerebro rinde más por la mañana? Así lo han confirmado numerosos estudios, que demuestran que durante las primeras horas del día estamos más concentrados y podemos asumir un volumen de trabajo mayor que por la tarde. Aunque madrugar puede ser difícil, cuando nos acostumbramos a ello podemos mejorar la productividad notablemente.
Para despejar el cerebro y ayudarlo a activarlo, se recomienda realizar alguna actividad física ligera antes de ponerse manos a la obra: dar un paseo, practicar una rutina de yoga, realizar ejercicio suave… Lo que sea para que funcione y se adapte a las necesidad de cada uno.
Haz listas
Una lista proporciona una imagen simple y visual de todas las cosas que tenemos por hacer. No sólo podemos hacer un seguimiento de nuestros avances a lo largo del día, sino que también alivia la carga mental de tener que estar pendiente de todo. ¿Alguna vez has tenido la sensación de que te olvidabas de algo? Si te acostumbras a hacer listas, descubrirás lo liberador que resulta deshacerte de esa sensación.
Para hacer una lista eficaz es recomendable dedicarle entre 20 minutos y media hora al día. Durante este tiempo, pensamos en cuáles son los objetivos que queremos asumir y los ordenamos según su prioridad, avanzando primero lo más importante.
Descansa
Las pausas deberían ser una tarea más, y puedes planificarlas. Dedicar unos minutos a despejar la mente es importante para poder mantenerla fresca y eficaz. Y es que no sólo son importantes las horas de sueño o el descanso corporal; vaciar nuestra cabeza después de pasar mucho rato enfocados en lo mismo es necesario.
Puedes ir alternando tareas diferentes para tener una sensación de variedad y dinamismo. Algunas formas de tomarse un descanso mental son:
- Leer las noticias del día durante unos minutos.
- Tomarse un café.
- Salir a dar un breve paseo.
- Realizar alguna tarea del hogar que requiera poco tiempo.
- Practicar mindfulness y ejercicios de atención plena.
- Jugar con el perro o el gato, si se tienen.
- Ver un par de vídeos graciosos que suban el ánimo.
Prioriza tus tareas
A veces, la lista que hemos confeccionado no es lo suficientemente larga. No importa. Lo que verdaderamente debemos tener en cuenta es la capacidad que tenemos para cumplir con todo lo que nos hemos propuesto. Y, para ello, debemos priorizar las tareas más urgentes o que tengan mayor peso.
Por ejemplo, algunas preguntas que debemos hacernos para priorizar los puntos de nuestra lista son cuál de ellos es más importante, cuál es la próxima fecha límite, a cuántas personas involucra cada una o qué pasará si no se hace pronto una tarea, por ejemplo.
Ten en cuenta las distracciones
Cuando organizamos el tiempo que vamos a dedicarle a cada tarea debemos ser realistas y considerar las distracciones e interrupciones que vamos a tener. No nos servirá de nada tener muchas tareas en la lista si después no alcanzamos a cumplirlas porque debemos dedicar nuestra atención a otras cosas.
Tener en cuenta las distracciones ayuda a asentirse mejor y mantener un control mayor sobre el propio tiempo. Cuando contamos con ellas, ya no nos dominan ni nos desestabilizan, sino que somos nosotros quienes tienen control sobre ellas.
Mantén el orden personal
El caos visual provoca estrés. Esto es un hecho. Si tenemos el escritorio lleno de objetos sin orden ni concierto, vamos a tener la cabeza en otra parte. Lo mejor es mantener el área de trabajo despejada, tener ordenado el escritorio de la pantalla y que la agenda recoja de manera estructurada todas las tareas y responsabilidades del día.
Mide tu tiempo
Cada tarea debe tener asignado un período de tiempo concreto (¡y realista!). Cuando vayas a estimar cuánto rato estarás en ella, considera dos factores:
- El tiempo que te costará realizarla.
- Las distracciones e imprevistos que pueden retrasarla.
Una recomendación es organizar las tareas del día en pequeños bloques de tiempo de máximo 1 hora. Tener este margen más corto ayuda a mejorar la concentración y dinamiza el periodo de trabajo, sobre todo cuando lo que tenemos que hacer es especialmente denso.
Concéntrate en una cosa
Deja la multitarea para las máquinas. Si quieres ser productivo, funcionarás mejor si te concentras en una sola cosa. A todos nos gusta fardar de nuestra habilidad dedicándonos a varias tareas al mismo tiempo, pero a la hora de la verdad lo único que se logra con ello es hacerlas todas mal o, en el mejor de los casos, solo regular.
La monotarea maximiza la productividad y está directamente relacionada con una mayor calidad en el trabajo. El objetivo es poner todos los esfuerzos en una sola cosa, lo que hará que la mente esté concentrada al 100% para dar lo mejor de sí. Y, si surge otra responsabilidad en medio, sólo tienes que apuntarla en tu lista de pendientes para ocuparte de ella más tarde.
Quédate con los resultados
¿Cuál es el método organizativo que mejor funciona contigo? Puede que el método Pomodoro te vaya como anillo al dedo, o que te sientas más cómodo repartiendo tu tiempo en lapsos de 1 hora. Sea cuál sea el caso, lo importante es que otorgue resultados. Y para ello, debes sentirte cómodo con tu rutina. Prueba varias técnicas hasta que des con la que mejor va contigo.
Celebra los logros
Finalmente, ¡no te olvides de darte un premio! Cuando termines una tarea especialmente dura, puedes tomar un snack, comprar algo que haga ilusión, añadir unos minutos de descanso mental extra o realizar cualquier tarea que sea una recompensa para ti. Esto ayuda a mantener la motivación y funciona como incentivo para seguir logrando tus objetivos.
Estas técnicas acerca de cómo ser más productivo son sólo algunas de las claves que otorga un coach en su proceso para mejorar tu trayectoria personal y profesional. Si quieres aprender todos los métodos que existen para lograr lo que te propongas, ¡estudia coaching en la Academia de Astrología y Desarrollo Personal!